La evaluación es un proceso sistemático de recuperación de información, incorporado al sistema integral de actuación educativa, que permite a partir de la información obtenida, formar juicios de valor acerca de una situación. Estos juicios, a su vez, son utilizados en la toma de decisiones que permiten mejorar la actividad educativa valorada. Sobre los resultados de la actuación académica de los y las docentes, pretende la identificación de áreas de oportunidad y fortalezas para posteriormente diseñar estrategias que permitan mejorar y planificar el desarrollo de competencias profesionales que impacten en el logro del perfil de egreso de los y las estudiantes normalistas.
La evaluación del desempeño docente al ser un proceso sistemático, permite recuperar información válida y fiable para valorar el efecto educativo que produce en las y los estudiantes, en el despliegue de las capacidades pedagógicas, su emocionalidad frente a la actividad educativa, la responsabilidad laboral y la naturaleza de sus relaciones interpersonales con los demás actores educativos.
El proceso de evaluación que se plantea en este proyecto académico, pretende cumplir básicamente las funciones del rescate de información, para la identificación de necesidades de capacidad y competitividad académica, a efecto de generar acciones que impacten en el desempeño del docente desde una perspectiva de mejora continua y elevar la calidad de los servicios educativos que oferta la Escuela Normal de Atlacomulco “Profesora Evangelina Alcántara Díaz”, haciendo de la evaluación un mecanismo generador de desarrollo académico y una verdadera fuente de aprendizaje.
Asimismo se pretende asegurar con base en la evaluación, la idoneidad de los conocimientos y las capacidades del personal horas clase (PHC) y personal de tiempo completo (PTC) en la intención de estimular el reconocimiento a la labor docente mediante opciones de desarrollo profesional, asegurar un nivel suficiente en el desempeño de quienes realizan funciones sustantivas de docencia, investigación y difusión, otorgar los apoyos necesarios para que la planta docente pueda, prioritariamente, desarrollar sus fortalezas y superar sus áreas de oportunidad para garantizar la formación, capacitación y actualización continua a través de políticas, programas y acciones específicas.
De los resultados de la evaluación del desempeño docente, también se puede consolidar un programa de estímulos e incentivos que fortalezca el desempeño eficiente del servicio educativo y contribuya al reconocimiento escolar y social del ejercicio profesional.
La evaluación del desempeño docente considera 5 dimensiones:
1. Experiencia laboral: examinar si los y las docentes tienen conocimientos, habilidades y actitudes acumuladas sobre conocimiento de los procesos de formación de docentes en el ámbito normalista; la aplicación de plan y programas de estudio desde el ejercicio de la práctica docente respaldada en el proceso de planificación e interacción que establecen con los y las estudiantes para el logro de los propósitos y los rasgos del perfil de egreso; manifiestan el dominio del campo disciplinar a través del tratamiento de los contenidos del currículo vigente.
2. Nivel académico: valorar si los y las docentes están habilitados para trabajar en el nivel; si mantienen un proceso de capacitación y actualización continua, a través de actividades académicas relacionadas con su trabajo y que fortalecen el desarrollo de sus competencias.
3. Desempeño profesional: observar en qué medida los y las docentes tienen el dominio de la disciplina a través de la forma en que trata los contenidos en el aula de clase; de qué manera la planificación de su asignatura les permite tener claridad sobre lo que hacen durante la clase; si las condiciones son idóneas para propiciar el aprendizaje; si las estrategias y experiencias académicas favorecen permiten a los estudiantes consolidar los rasgos del perfil de egreso; en qué medida contagian, brindan confianza y seguridad a todos los estudiantes para aprender, desde qué perspectiva evalúan el aprendizaje tanto conceptual, procedimental como actitudinal; en qué medida se dan las condiciones de comunicación en el aula; y de qué manera desarrolla las funciones sustantivas en el marco de las Instituciones de Educación Superior.
4. Preparación profesional: los y las docentes cuentan con el perfil del campo disciplinar del PE en el que trabajan, para garantizar el establecimiento de un ambiente de aprendizaje de inclusión y equidad, en el que los y las estudiantes se sientan respetados, apreciados, seguros y en confianza por aprender.
5. Participación en el funcionamiento eficaz de la escuela: los y las docentes conocen, aplican, valoran y resuelven situaciones relacionadas con los factores asociados a la gestión escolar que contribuyen a la calidad de los resultados educativos y el aprovechamiento de los apoyos que brindan padres de familia, Instituciones de Educación Básica e Instituciones de Educación Superior para la mejora de los rasgos del perfil de egreso.
De los resultados que derive de este proyecto y la información que aporte su articulación con otros proyectos académicos básicos, serán de mayor viabilidad las acciones de formación profesional.